Hace al menos un par de años se propuso leer La Regenta, pero sus casi 1000 páginas se hacían un poco cuesta arriba. Pero por fin nos pusimos la tarea de leerla durante el verano y ha sido el libro que comentamos en la última tertulia del pasado septiembre.
Para empezar se dieron algunos datos sobre la vida de su autor, Leopoldo Alas "Clarín".
Vida
Nace en 1852, en Zamora, donde su padre era gobernador civil. En 1863 la familia se afincó en Oviedo, ciudad a la que le uniría una estrecha relación y que se convertiría, de alguna manera, en la protagonista de su obra maestra, La Regenta. A los siete años entró a estudiar en el colegio de los jesuitas ubicado en la ciudad de León. Posteriormente estudió en Oviedo, con brillantes calificaciones, tanto en el colegio como en la universidad, donde cursó la carrera de Derecho. Después de finalizar sus estudios en la Universidad, se trasladó a Madrid para hacer el doctorado.
En marzo de 1875, Antonio Sánchez Pérez (no se conoce su biografía) fundó un periódico con el nombre de El Solfeo. Su director quiso que sus colaboradores tomaran como seudónimo el nombre de un instrumento musical y así fue como Leopoldo eligió el de clarín que a partir de ahí sería el alias con que firmaría todos sus artículos. La columna donde escribía tenía el título de «Azotacalles de Madrid» (Apuntes en la pared). El día 2 de octubre de 1875, el escritor firmó por primera vez como Clarín:
Voy a inaugurar en verso
mis revistas de Madrid,
con un modesto romance
que tenga su retintín;
y voy a decir a ustedes
lo que les quiero decir,
mediante Dios, y mediante
el gobernador civil.
con un modesto romance
que tenga su retintín;
y voy a decir a ustedes
lo que les quiero decir,
mediante Dios, y mediante
el gobernador civil.
Clarín empieza a gozar de popularidad al mismo tiempo que le llegan abundantes disgustos y bastantes enemigos. Cada nuevo artículo se convierte en un nuevo escándalo. Aparte del género periodístico, Clarín siente la necesidad de cultivar otros géneros literarios.
El 1 de julio de 1878 obtuvo Leopoldo Alas el título de doctor en Derecho civil y canónico, con la calificación de sobresaliente. Presentó su tesis doctoral sobre el tema «El derecho y la moralidad» en cuya edición puede verse la dedicatoria «A don Francisco Giner del Río, su sincero amigo y reconocido discípulo». Es el primer libro de Leopoldo que sale de una imprenta y el único en que no aparece su seudónimo Clarín.
En el mes de noviembre se celebrarían en Salamanca para cubrir la plaza vacante de la cátedra de Economía Política y Estadística en la Universidad. Los sucesivos ejercicios fueron un continuo éxito para Leopoldo y hasta obtuvo el primer lugar en la terna de opositores. De estos éxitos se ocuparon los periódicos de Madrid y la noticia se dio también en la Revista de Asturias (Oviedo, nº 40, 5.XII.1878, sección «Ecos y rumores»). Pero hubo un obstáculo grave para el éxito definitivo: el conde de Toreno (Queipo de Llano) era por entonces ministro de Instrucción Pública y gozaba de un derecho de elección final del candidato. El conde de Toreno había sido blanco de las terribles sátiras de Clarín en El Solfeo, cosa que nunca olvidó y desposeyó a Clarín de la cátedra ganada.
El año 1882 pudo leer en la Gaceta Oficial su nombramiento para la cátedra de Economía Política y Estadística, concedida para la Universidad de Zaragoza, y el 29 de agosto tuvo lugar su boda con Onofre García-Argüelles, en la localidad asturiana de La Laguna (valle de Langreo), en el palacio de la familia García-Argüelles. Al año siguiente regresó a Oviedo como catedrático de Derecho Romano y más tarde se ocupó también de la cátedra de Derecho Natural en la Universidad de Oviedo.
Se decía entre sus contemporáneos que para conocer a Clarín era necesario asistir a su cátedra de Derecho Natural. Según sus propias palabras, era partidario de sugerir a sus alumnos un hábito de reflexión mejor que enseñar una ciencia a secas y no se conformaba con enseñar una serie de preceptos a aplicar en el futuro.
Casi todos los biógrafos de Clarín vienen a estar de acuerdo en este punto: su caciquismo literario, algo tiránico. Desde su retiro de Oviedo llega a hacerse temer y respetar en Madrid y se da a conocer en Europa y en América. Fue un provinciano universal, aunque su ciudad, Oviedo, nunca comprendió su universalidad. Se lo consideraba como un hombrecillo nervioso y miope, que daba clases en la Universidad y que por las tardes jugaba al tresillo en el Casino. Los estudiantes lo temían por su severidad y la sociedad lo consideraba un ateo liberal.
El 13 de junio de 1901, a las siete de la mañana, murió Leopoldo Alas, a la edad de cuarenta y nueve años. El féretro fue velado en el claustro de la Universidad donde acudieron profesores, amigos y familiares del escritor. Al día siguiente fue enterrado en el cementerio de El Salvador.
En Madrid, el escritor Bonafoux (mediocre escritor según Clarín y otros colegas de la época), fiel enemigo hasta la muerte, preparó el artículo necrológico en que añadió estas palabras: «Yo he sido el primero en alegrarme de la muerte de Clarín. […] En su entierro se escuchó el silencio que se escucha en los entierros de los tiranos».
Obras
Ensayos
· Solos de Clarín (1881).
· La literatura en 1881 (1882).
· Sermón perdido (1885).
· Nueva campaña (1887).
· Ensayos y revistas (1892).
· Palique (1894).
Novelas
· La Regenta (1884–1885).
· Su único hijo (1890).
· El abrazo de Pelayo (1889)
Cuentos
Tal vez la faceta de la que menos se habla es su papel como gran cultivador de la novela corta, de relatos y de cuentos, formas que se desarrollan de forma extraordinaria en la literatura europea a partir de la mitad del siglo XIX. Entre las obras más destacadas de Clarín podemos señalar cronológicamente las novelas cortas Pipá, Doña Berta, Cuervo, Superchería, de los cuentos y relatos El Señor y lo demás son cuentos, Cuentos Morales, El gallo de Sócrates, obra póstuma, y Doctor Sutilis.
· Dos sabios.
· El dúo de la tos.
· En el tren.
· En la droguería.
· Un voto.
· Boroña.
· Cuervo.
· De la Comisión.
· Doble vía.
· Doctor Angelicus.
· Don Paco del empaque.
· Doña Berta.
· El Señor y lo demás son cuentos.
· El doctor Pértinax
· El libro y la viuda.
· El oso mayor.
· El sombrero del cura.
· Medalla... de perro chico.
· Pipá.
· Speraindeo.
· Superchería.
· Tambor y gaita.
· Teresa.
· Un candidato.
· Un repatriado.
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